taotrooper: It's a polar bear dancing the hula; your argument is invalid (Default)
Kiri ☂ ([personal profile] taotrooper) wrote2009-06-19 12:02 am

[CLAMP] El primer televisor

EL PRIMER TELEVISOR


-¡Ay, ustedes dos son tan sosos! -gimió el enorme minino a las dos figuras humanas que lo acompañaban. Su amo leía un grueso libro, mientras que el otro guardían trataba de desenredar un nudo en su cabellera de plata.

-¿Por qué lo dices, querido Kerberos? -susurró Clow, aún absorbido en la lectura.

-Porque puro leer, dormir, beber... ¿no se obstinan nunca de hacer y ver siempre lo mismo?

-¿Y tú no te obstinas de comer? -inquirió Yue, con frialdad.

-No discutan, chicos -puso el orden Clow, al ver que ellos tenían ganas de replicarle al otro. No necesitó alzar la voz ni ser severo; su presencia bastaba para tranquilizarlos-. ¿Qué te ocurre? -miró fijamente los ojos dorados-. ¿Estás aburrido?

-Pues sí, ya he hecho de todo y estoy igual.

-¿Hasta perseguir ardillas inocentes en el jardín como si fueras un perrito?

-¡Hey! Serás idiota...

-No seas sarcástico, estimado Yue, el aburrimiento es un asunto serio. ¿Qué tal si jugamos a algo? ¿Ajedrez, go, rompecabezas, cartas...?

-Clow, no tengo muchas ganas de jugar hoy. Más bien quisiera, simplemente, ver algo divertido o diferente, pero no participar en ello. Sólo observar acciones y movimiento, pero no quiero ir a ninguna parte.

El mago lo estudió, y colocó el libro en una mesita a su lado. Puso su mano en la barbilla y miró al techo inocentemente.

-¿Quieres que te entretenga, entonces?

-Oh, no tienes que molestarte en hacer cosas raras por mí.

-No es molestia. Verás -el mago explicó pedagógicamente-, lo que estás pidiendo sería tecnológicamente posible dentro de unas cuantas décadas, pero ahora no. Existirá un invento llamado televisión, que es una cajita de colores y sonidos que muestra diversas cosas que ocurren en diferentes lugares.

-Vaya, eso suena excelente -se emocionó el guardián solar.

-¿Pero qué clase de cosas serían? -intervino Yue con curiosidad.

-Bueno, depende de la hora y del canal que sintonices. Pueden ser noticias mundiales, sucesos, deportes, dramatizaciones, documentales, imágenes que acompañan música, un sinfín de posibilidades. Una maravilla de la humanidad.

-¿Y no hay ninguna forma de conseguir esa telenosequé?

-Me temo que no, tendrás que esperar más de medio siglo.

-¡Rayos! -exclamó el león, desanimado.

-Sin embargo -sonrió Clow, perversamente-, hablamos de tecnología. La magia es otro cuento.

-Entonces...

-Se puede hacer -exclamó con energía.

-¿¿En serio?! -brincó el interesado.

-Es un hechizo sencillo. Ni siquiera necesito el báculo.


El hechicero se concentró, y su insignia dorada brilló en el piso de madera. Igualmente, en medio de la sala, en el aire, un óvalo dorado relució como un marco. En su interior, una imagen del patio de la mansión apareció. Las ramas de los árboles realmente se movían con el viento. Los guardianes soltaron exclamaciones de admiración.

Yue se movió por la sala, examinando el óvalo por todos los ángulos.

-Sólo se ve de frente, como si fuera un espejo -dijo al final-. Ni de costado ni por detrás.

Y así, Clow Reed creó el primer televisor de pantalla plana.

-Espera, voy a buscar comida, no puedo ver la tevelisión con el estómago vacío -Kerberos corrió a la cocina.

Y así, Kerberos inventó los bocadillos entre comerciales.


Luego de un minuto de observar los monótonos eventos del jardín, todos se empezaron a hastiar.

-Pon otra cosa, los pajaritos cantando me ponen de nervios -Yue clavó varias veces su dedo índice en el brazo de su amo, instigándolo.

Y así, Yue previó el concepto del control remoto.

-Muy bien, qué quieren ver. Podemos presenciar cualquier evento, cualquier lugar, cualquier persona, y lo que le pasa en este preciso momento.

-¿Qué tal si vemos qué está haciendo Yuuko? -sugirió Kero-. Hace una semana que no la vemos.

-¿Bromeas? -dijo Yue-. Es más que seguro que estará tumbada en su sofá, bebiendo licor como siempre. Qué aburrido.

-A veces pasan cosas muy locas en su tienda, tonto. ¿Y si está haciendo un trato con alguien? ¡Podría ser interesante! Pon a Yuuko, Clow.

-De acuerdo- dijo éste.

La pantalla vibró, y la voluptuosa bruja de las dimensiones hizo presencia. En efecto, estaba cómodamente reclinada en su mueble favorito, con una taza de sake en su mano.

-Te lo dije -murmuró Yue-. ¿Puede oírnos, Clow?

-No, eh, es una especie de conjuro espía.

-Cambia a otra cosa, no pienso ver a esa mujer emborrachándose... de nuevo.

-¡No cambies! -gritó el guardián solar, luego de tragar pastel-. Seguro que en cualquier momento hace algo diferente.

Y así, Kerberos introdujo el primer "reality show".


Después de aproximadamente un cuarto de hora, la imagen de Yuuko se puso de pie y empezó a caminar. Kerberos dio un codazo a Yue, que se había quedado dormido.

-Clow, síguela.

-En eso estoy -la imagen se movió con ella, efectvamente.

Yuuko entró a su habitación, y recogió unos libros tirados. Mientras lo hacía, pensaba en voz alta.

-¿Qué está diciendo? Habla muy bajito.

-¿No se puede escuchar mejor su voz?

-Lo intentaré...

Y así, nació el volumen de audio.

«... ya dejó sus manuales de pócimas botados en mi casa otra vez. Hay que ver, qué hombre más desagradable es, con su risita y su mente desquiciada...»

-¿De quién habla?

-¡Deja oír, Yue!

«... pero sin embargo, ¡qué rostro tan atractivo! Me es imposible estar enojada con él tanto tiempo, porque me suelta una de las suyas con una sonrisa, y se ve tan guapo -suspiró-. Es un caso imposible, ese sujeto... me pregunto si tendrá un buen cuerpo bajo esa túnica...»

Clow, boquiabierto, parpadeó varias veces. Porque sabía de quién hablaba.

-¡Ja, Yuuko tiene novio! -soltó Kero-. Nunca me lo había imaginado de ella.

-Ajem... n-n-no necesariamente...

-¿Podemos cambiar ahora? -repitió Yue.

-¡¡NO!! -gritaron al mismo tiempo Clow y Kerberos.

Y así, surgió el primer teleculebrón.


Cuando Yuuko acabó de recoger los libros del hombre misterioso, salió de la habitación, y fue al baño, seguida de la cámara mágica invisible. Con un movimiento, la bañera se llenó de agua.

-Esteee, creo que deberíamos darle algo de privacía, ¿no?

Demasiado tarde: ya la dama se estaba desatando el obi del kimono. Clow fue veloz, y logró taparle los ojos a sus guardianes con ambas manos antes de que la tela cayera al piso.

Y así, Clow inventó la primera censura por contenido sexual.

Sin embargo, él tenía los ojos pegados a la pantalla, fijos en el cuerpo desnudo de la hermosa encantadora. No podía moverse ni anular el hechizo. Como cualquier integrante del sexo masculino que se precie, sentía que se le hervía la sangre y su respiración se hacía más cortada. Ella se sentó en un taburete y se enjabonó la sedosa piel, al estilo del baño japonés.

Y así, Clow disfrutó del primer porno televisivo.

-Oye, que no podemos ver...

-Shhh, no es adecuado para ustedes.

-Espero que tú estés cerrando tus ojos también, Clow.

-Umm... sí, claro, Yue...

-¡No te creo! Apaga el hechizo, ya fuimos muy lejos.

Yuuko se metió en el agua, así que Clow soltó el rostro de sus guardianes. Sin embargo, verla mojada en medio de vapor, con su cabello negro empapado cayendo sobre sus hombros, tampoco ayudaba mucho a su líbido.

-¿Saben qué, chicos? -dijo él, en un hilo de voz-. Creo que ya tuvimos suficiente por hoy -y con eso, movió su mano, y el marco desapareció.

-¡Es lo que llevo diciendo por 30 minutos!

-Sí, no creo que a Yuuko le guste mucho saber que la vimos bañándose. Hey, Clow, ¿adónde vas?

-A buscar a The Watery, Kerberos.

-¿Y para qué?

-Porque necesito sumergirme en agua helada ahora mismo.

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